Mi historia
La espiritualidad y las energías siempre han estado en mi vida de una u otra forma. Crecí con la luz de las estrellas, con un camino marcado por el desamparo y la esperanza que me ha convertido en la persona que soy hoy.
La empatía, la bondad y la generosidad han marcado el rumbo de mis experiencias. Desde bien pequeño en el colegio, pasando por el instituto, la universidad y finalmente mi anterior trabajo como profesor de idiomas. ¿El común denominador de todas estas vivencias? Cuidar de los demás y proporcionar ayuda siempre y cuando se necesite.
Hace unos años me sentía apagado y no entendía bien por qué. Hasta que tuve un despertar espiritual tan potente como inesperado. Desde entonces, recuperé mis dones, aquellos que usaba incluso de niño, para leer las energías que nos rodean.
Tras dedicar mucho tiempo de estudio a las ciencias ocultas, la metafísica y la espiritualidad en sí, hoy me siento preparado para ponerme al servicio y guiar a quien lo necesite en el camino del desarrollo espiritual. Permíteme, si así lo deseas, acompañarte en tu proceso de autodescubrimiento y expansión de conciencia. Permíteme unir tu luz con la mía.
¿De dónde viene Iris Crystallina?
La palabra iris proviene del latín y da nombre a una preciosa flor, protagonista en este proyecto. Su nombre deriva de la diosa griega Iris, la mensajera de los dioses y personificación del arco iris. Esta diosa conectaba el mundo de los dioses, el mundo metafísico, con el mundo de los humanos, el mundo físico.
El término crystallina, igualmente en latín, hace referencia a la cualidad crística y cristalina o transparente de este proyecto. Personalmente y basándome en mis estudios sobre ciencia espiritual, concibo la energía de Cristo, la energía crística, como el camino de la luz, el camino del Sol, de Dios y del equilibrio de las polaridades energéticas del ser humano. Asimismo, Cristo fue profeta, vínculo entre Dios y los humanos, tal como lo fue Iris.
Tras estudiar la simbología sagrada, de la unión de ambos significados tan profundos surge la idea de Iris Crystallina, pudiendo entonces entenderse como El mensajero de la luz del Sol. Ese es mi servicio: arrojar luz allá donde se necesite, canalizando la luz y la energía en forma de mensajes con el fin de ayudar a crecer, liberarse de las cadenas y expresar desde el ser a las personas.
Mi método
Mi experiencia en el campo de la metafísica y la espiritualidad me ha enseñado que la energía se lee, se canaliza y se comparte como un TODO, de una forma multidimensional.
Es por eso que funciono y trabajo con tantas herramientas de autodescubrimiento a la vez, aplicando mi cosmovisión y conocimientos sobre ciencia espiritual y metafísica.
Personalmente, lo que más me ayudó en mi despertar espiritual, además de comenzar con el yoga y la meditación,
fue la sabiduría ancestral, aprender sobre el espíritu. Por ello, enfoqué grandísima parte de mi energía en profundizar mis conocimientos sobre Teosofía, Antroposofía, Hermetismo y Ley del Uno, entre muchos otros, creando así mi cosmovisión.
Por ello, mi método se basa en el uso de herramientas de autodescubrimiento, como la astrología, el tarot y la numerología, implementando una cosmovisión fruto de la dedicación al estudio y la práctica de la ciencia espiritual.
Mi formación en ciencia espiritual
Mi despertar espiritual surgió de un inesperado despertar de la Kundalini durante una meditación. A raíz de este evento, comencé a cuestionarme la existencia de un mundo más allá del físico, el metafísico. Y desde entonces no he parado de buscar respuestas, las cuales he encontrado en los libros y a divulgadores de los mismos en línea.
Así conformé mi cosmovisión, día tras día, dedicando gran parte de mi tiempo a estudiar, a comprender qué me estaba pasando. Gracias a la sabiduría ancestral pude deshacerme de mis propias limitaciones, de mis miedos, de mis rencores... para transformarlos en amor incondicional y empatía.
El resumen de mis creencias se basa en cuatro pilares fundamentales, además de otras ciencias espirituales y sus prácticas. Por tanto, no profeso ninguna religión en particular, sino que tomo lo que resuena en mi interior a la hora de asimilar los conocimientos metafísicos.
El primer pilar es la Teosofía, un sistema filosófico y místico basado en la iluminación por parte de un espíritu superior del que se puede obtener conocimiento universal y sabiduría divina, impulsado por Helena Blavatsky.
El segundo es la Antroposofía, difundida por Rudolf Steiner, quien ponía el foco en la sabiduría humana en lugar de la sabiduría divina. Steiner postula que la Antroposofía es un sendero de autoconocimiento que quisiera conducir lo espiritual en el ser humano a lo espiritual en el universo.
El tercer pilar es el Hermetismo, cuyas enseñanzas básicas se recogen en la obra Kybalión. En ella, se recogen los Siete Principios Herméticos, que son en definitiva las reglas fundamentales por las que se rige el Universo. Estos principios o axiomas no deben comprenderse de forma independiente, pues cada uno se relaciona con los demás produciéndose una sinergia entre ellos. Resumiendo, se trata de física cuántica aplicada.
El cuarto y último de los principales pilares en los que se basa mi cosmovisión es la Ley del Uno, el Material de Ra. Se trata de una serie de libros canalizados desde la sabiduría del complejo de memoria colectivo que es Ra que busca unificar nuestra comprensión de la realidad, desde la espiritualidad hasta la ciencia, incluyendo la física cuántica y la evolución cósmica. Su base se encuentra el concepto de la No-Dualidad, que postula que todo es uno.